La recuerdo... una sexosa cuarentona, muy arreglada, muy perfumada, con un traje sastre que difícilmente usaba cerrado, una mirada picara y cachonda que siempre al verme denotaba sus bondadosas intenciones.
Recuerdo que en una ocasión ella me dijo:
- Anoche soñé contigo, recuerdo perfecto, parecía todo verdad, hacíamos el amor, muy apasionadamente... bueno, primero no eras tu, yo creí que estaba con mi primer novio, uno que tuve en la prepa - su voz era cada vez mas cachonda, prácticamente me gemía, mientras se acercaba a mi cada vez mas - y de pronto, cuando estaba yo apunto de "llegar",me daba cuenta, no era mi ex-novio, eras tu - ella gemía cada vez mas, con mas intensidad - y me gusto mucho...¿sabes? me recuerdas mucho a el...
Es justo así, en ese momento cuando un un adolecente, se da cuenta que se va a graduar en la escuela del buen coger.
No les voy a mentir, después de responder un par de besos apasionados, escape en mi primera oportunidad, con un nervio riquisimo, con la excitación mas grande que jamas había sentido, ¿erea cierto? ¿realmente había ocurrido?.
Recuerdo que ese día era sábado, era muy temprano, pase por enfrente de mi universidad, estaba abierta, y decidí pasar a saludar... desde que entre y camine por el estacionamiento, mi cuerpo se empezó a calentar, a cada paso que daba, recordaba aquella tarde en la que ella me había besado... a cada paso, recuerdo muy bien, que mi pene se ponía cada vez mas duro, nunca lo había sentido así, cada que daba un paso, sentía que me podía venir, mis piernas temblaban, quizás jamas había estado tan excitado... yo no lo sabia, pero ese fue el preámbulo de una de las experiencias mas enriquecedoras de mi vida.
Ella era casada, su marido, un americano retirado, que era feliz de pasar un tiempo en México, cabe apuntar que era un hombre robusto y grande, pelo muy corto, casi a rape, una vestimenta muy holgada... el parecido físico y el estilo al vestir nos hacían ver muy similares, bueno, a excepción de que el era mucho mas moreno, de no ser por eso, se entendería aun mas la situación en la que me encontraba envuelto.
Conforme estaba mas cerca de la puerta de su oficina, mas pensaba en sus pechos, en sus muslos, aunque no era precisamente delgada, era muy curvilínea, el estilo de belleza tipo "Yayita" de Condorito, con el que todos soñamos topar una vez en la vida, frondosa, apropiada totalmente para terminarme de criar.
Recuerdo bien, al llegar fue mayor mi sorpresa, jamas la había visto en fin de semana, siempre en la veia en la oficina o en mi mente al recordarla, muy guapa con su traje sastre. a sus 40 años y con sus signos de la edad, ese día me lleno al ojo de manera impresionante, cumplía todo lo que yo esperaba para esa increíble fantasía sexual que estaba apunto de consumar, vestía con una blusa de tirantes muy fresca que mostraban lo mas bello de sus ricos pechos juntos y presionados por su sostén, que se desbordaban por ese escote, (tsssss... si que lo recuerdo) un pantalón de mezclilla tipo pescador entallado a sus muslos y enterrado literalmente entre sus suculentos labios vaginales... la maravilla de pantorrillas que tenia frente a mi lucían genial gracias al pescador que tria y se acentuaban con los altísimos y fetichismos tacones que traía puestos.
Sin mas, entre, recuerdo claramente la gran sonrisa que tuvo al verme, yo temblaba, era obvio mi nerviosismo, creo que el sentimiento y el nervio es solo comparable con la ansiedad que vive un condenado a muerte cuando camina al paredón, y así, con ese temor y esa ansía camine hacia ella, todo fue muy rápido, nuestro saludo fue con un beso ardiente que inicio en sus labios y termino con mi lengua en su rosado pezón derecho, mientras apartaba con fuerza su teta izquierda... ella se separo y me dijo - veten - me tomo de la mano y camino muy aprisa.
Casi corriendo tras ella me dí cuenta que íbamos a la bodega, al entrar, todo empezó... solo tuve que estar ahí... vivirlo... gozarlo... ella se encargo de todo...
Después de darme cátedra en el arte de tocar a una mujer, me dijo con voz temblorosa y agitada - Me están temblando las piernas... me encanta... me encanto sentirte en mi... Ahora vete, estoy esperando a alguien mas.
No hay duda algo que hasta hoy... y hasta siempre he de recordar
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